La revisión y aprobación de la normativa F-gas el 16 de enero de 2024, la cual  regula el uso y la eliminación de los gases fluorados de efecto invernadero, puede tener consecuencias importantes para el sector de la climatización y la refrigeración en España, tanto en el corto como en el medio plazo: 

• Reducción de las cuotas de refrigerantes fluorados

  La propuesta de revisión establece una reducción de las cuotas de refrigerantes fluorados disponibles del 45% al 23% en menos de dos años, a partir de 2024. Esto puede provocar un aumento significativo de los precios de los refrigerantes y dificultar el acceso a los mismos para algunas aplicaciones, sobre todo de aire acondicionado. 

• Nuevas prohibiciones basadas en el PCA y en el carácter fluorado

  La propuesta de revisión introduce nuevas prohibiciones sobre el uso de refrigerantes basadas no solo en su potencial de calentamiento atmosférico (PCA), sino también en el hecho de ser un refrigerante fluorado. Estas prohibiciones afectarán a los sistemas de aire acondicionado y bombas de calor, unidades de refrigeración y enfriadoras, entre otras aplicaciones, y entrarán en vigor entre 2025 y 2030. Esto obligará a una transición hacia refrigerantes alternativos, que pueden tener otras limitaciones, como la inflamabilidad, la toxicidad o la baja eficiencia. 

• Necesidad de formación, acreditación y responsabilidad

  La propuesta de revisión también plantea la necesidad de mejorar la formación, la acreditación y la responsabilidad de los técnicos, las ingenierías, los instaladores y otros agentes del sector, para garantizar el uso seguro y eficiente de los refrigerantes alternativos4. Además, se requiere una mayor coordinación con otras normativas, como la de seguridad, la de eficiencia energética o la de diseño ecológico. 

• Incertidumbre e impacto negativo en el despliegue de las bombas de calor

  La propuesta de revisión genera incertidumbre en el sector, ya que aún no es definitiva y puede sufrir modificaciones antes de su publicación oficial, prevista para la primavera de 2024. Además, algunos expertos advierten que la revisión puede impactar negativamente en el necesario despliegue masivo de las bombas de calor, que son una solución clave para la descarbonilación y la transición energética, y poner en riesgo los objetivos climáticos y energéticos europeos de 2030. 

Autor: Simón Aledo Vives COO Prointer